En el baloncesto actual, saber generar ventajas no es opcional, es imprescindible. El bloqueo ha revolucionado la forma en que los equipos crean espacios ofensivos, permitiendo liberar tiradores, desordenar defensas y favorecer las situaciones de juego colectivo. En este artículo desgranamos las claves técnicas y tácticas del bloqueo, cómo entrenarlo y qué recursos utilizar para optimizar su ejecución.
¿Qué es un bloqueo en baloncesto?
El bloqueo es una acción técnica y táctica en la que un jugador se sitúa en la trayectoria de un defensor para dificultar su desplazamiento y favorecer a un compañero. A diferencia de acciones individuales, el bloqueo requiere coordinación, timing y comprensión colectiva.
El bloqueo no se basa solo en ponerse en medio, sino en colocarse con intención, en el momento y lugar adecuados.
Tipos de bloqueos y entrenamientos recomendados
- Bloqueo directo
Se realiza sobre el jugador con balón, normalmente en situaciones de pick and roll.
Entrenamiento: trabajo de ángulos de colocación, lectura del defensor y salidas del bloqueador.
- Bloqueo indirecto
Se realiza sobre un jugador sin balón, para liberar espacios o generar tiros cómodos.
Entrenamiento: ejercicios de lectura, cambios de ritmo y coordinación entre bloqueador y receptor.
- Bloqueo ciego
Se ejecuta por la espalda del defensor, sorprendiendo y generando ventajas cerca del aro.
Entrenamiento: situaciones simuladas de juego, mejora de la comunicación y percepción espacial.
- Bloqueo en transición
Se produce en situaciones de contraataque o ataque rápido.
Entrenamiento: automatización en velocidad, toma de decisiones y ocupación eficiente de espacios.
El entrenamiento de bloqueos no consiste en repetir gestos aislados, sino en integrarlos en el juego real, con lecturas y toma de decisiones.
Control y evaluación de los bloqueos
- El control y análisis de los bloqueos permite detectar errores y potenciar su eficacia. Algunos métodos clave:
- Observación en vídeo: análisis técnico-táctico en entrenamientos y partidos.
- Ejercicios específicos: progresiones de dificultad, desde situaciones 2c0 hasta 5c5 real.
- Evaluación colectiva: comprensión del timing, los espacios y la ventaja generada.
Un buen bloqueo no se mide solo en contacto, sino en su impacto real sobre el juego ofensivo.
Conclusión
Los bloqueos no son solo un recurso táctico, sino un pilar del baloncesto moderno. Dominar su ejecución y entrenamiento marca la diferencia entre atacar y generar ventajas reales.
¿Tus jugadores bloquean… o realmente entienden cómo crear ventajas en el juego?
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